 |
NOTA: La foto esta tomada de Internet. Es de Juan Barreto (AFP) durante el aniversario del nacimiento del libertador Simón Bolivar, el 24 de julio de 2012. |
Miles y miles de fotos, de mensajes, de tertulias, de condolencia… tras la muerte de Chávez. El hombre de la boina roja…
Chávez no esta pero quedan sus seguidores, aquellos que vieron en él una luz al final del largo túnel que estaban sometidos, me refiero a los pobres que se hicieron más visibles, que salieron de estar ocultos y que ellos y sus hijos pudieron acceder a la educación, a la asistencia sanitaria y poder sentirse venezolanos al recibir obras básicas que nunca llegaron con los anteriores gobiernos, Gobiernos de una oligarquía que se olvidaron de los marginados por décadas.
Un 95% de analfabetismos aprendieron, aunque tarde, pero aprendieron a escribir y leer, y, sentirse beneficiarios del petróleo venezolano que también es suyo. Quizás sean estas las razones que le convirtieron en el líder y por eso muchos de ellos lloran su muerte.
La otra cara de la moneda, visto desde Europa, de Estados Unidos, de la oposición; Chávez fue ese líder incómodo, considerado un dictador, el hombre que burló la libertad de expresión, que dividió a la familia venezolana. El comandante que puso en jaque a las transnacionales para recordarles que en América Latina no se quiere patrones, se quiere socios y con las reglas de juego claras para explotar los recursos soberanos de cada país. Quizá por ello regaló a Barak Obama El libro del escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Las venas Abiertas de América Latina”, un ensayo en la que se recuerda el constante saqueo de los recursos de los países latinoamericanos desde la colonia y los imperialismo de Estados Unidos y El Reino Unido.
Todos coinciden que en Venezuela inicia una etapa nueva. El líder carismático físicamente no esta, pero, a su manera, con formas que no gustan, a puesto las cartas sobre la mesa. No se puede gobernar por siglos a favor de unos pocos en perjuicio de los más débiles. Los gobiernos de turno siempre le han hecho el juego a las transnacionales, al capital para convertir a AL en la proveedora de materia prima y la consumidora de los países industrializados. Latinoamérica no debe ser el patio donde se puede explotar su riqueza, del soborno, del saqueo, de llevarse la riqueza al extranjero para hacer de ellos países empobrecidos. Se debe explotar pero las ganancias deben revertir en su propio beneficio y el de sus habitantes.